Sánchez apoya a Delgado por ahora, pero el Gobierno espera el próximo golpe.
Tensión interna en el Gobierno por la gestión del caso
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Pedro Sánchez es consciente de la fragilidad de su Gobierno en minoría. En especial, la pata más conflictiva: sus socios secesionistas catalanes. En cada foro en el que ha participado el presidente del Gobierno esta semana en Nueva York, donde se celebra la Asamblea General de Naciones Unidas, la pregunta recurrente es sobre Cataluña y sobre la difícil posición de un Ejecutivo que tiene como aliado a quienes quieren romper la integridad de España y han vulnerado la Constitución.
«Ellos saben bien cuál es la posición del partido socialista, saben que defendemos la Constitución y la integridad de España, pero también la diversidad española y la identidad catalana», aseguró sobre los secesionistas en el Foro Reuters. Pero advirtió que «la política siempre es un juego de prioridades» y que «si priorizan el conflicto frente a la cooperación, nuestro mandato habrá acabado y habrá que ir a elecciones». Si, al contrario, su prioridad es impulsar la agenda reformista y las políticas sociales, el Gobierno será estable y podrá continuar hasta que acabe la legislatura, en 2020.
Sánchez reconoció que los procesos judiciales a los que se enfrentan los políticos catalanes presos «por supuesto tendrán un impacto político», pero que su responsabilidad no es posicionarse en «hipótesis» sino en «realidades». Como ha repetido muchas veces, también en Nueva York, su fórmula para Cataluña es «ley y diálogo», una propuesta que de momento no ha permitido una estabilidad aparente con sus socios parlamentarios.
En materia presupuestaria, el presidente del Gobierno se mostró proclive a ceder y presentar unos Presupuestos Generales del Estado sin el aumento de déficit al que se había comprometido con sus aliados en el Parlamento. Tanto PP como Ciudadanos se habían opuesto a un nuevo techo de gasto que Sánchez había acordado con la Comisión Europea. Para el presidente del Gobierno, la actitud de los partidos de la oposición es «irracional» y «tendrán que dar explicaciones a los ciudadanos» al respecto. «Creo que nuestros potenciales aliados entenderán que lo hemos intentado», dijo sobre su disposición a incumplir el compromiso de flexibilizar el objetivo de déficit alcanzado con socios como Podemos. Sánchez detalló que su Gobierno presentará un borrador a mediados de octubre a la Comisión Europea, y después el plan presupuestario se presentará al Congreso en noviembre.
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